8/11/08

El fusilado que vive



Hace poco, un periodista santiagueño casi irritado de leer los principales diarios del país me recordó sobre el desempeño de esta actividad que llamamos periodismo. El fue breve y me dijo: “mira, el periodismo es libre o es una farsa, no hay otra”.
Por esto y mucho más, quiero recordar a un gran luchador que descubri hace poco leyendo uno de sus trabajos, como lo fue Rodolfo Walsh. Haciendo un somero análisis alcanzo a comprender su valentía en combatir a las fuerzas del poder con sus propias armas, con el fusil de la verdad y las pruebas que justifican su investigación periodística publicada en su libro “Operación masacre”.
Esa “búsqueda a todo riesgo” hace de Walsh un bastión de lucha, y un ejemplo a seguir por aquellos que todavía se animan valientemente a decir verdades rotundas, esas palabras comprometidas que incomodan al poder.

Aunque los tiempos hayan cambiado, siento como muchos que todavía el periodismo no ha asumido con profundidad su verdadero rol de compromiso social ante hechos delicados. Quien abra las páginas de un diario o mira TV todos los días notará que hay una responsabilidad a medias. Hoy las grandes empresas que manejan el embrollo de la información general acortan sus objetivos sociales, priorizando cuestiones económicas por encima de la verdad.
A Walsh le intentaron fusilar su verdad, por cuestionar los excesivos caprichos de los que abusan del uso del poder.
Si Walsh hoy vivera –aunque de algún modo esta presente- ya lo hubieran fusilado… porque hoy es igual que ayer.
Aunque se viva en otro contexto político y social, el hombre es el mismo y sólo unos pocos arriesgan el todo por la verdad. Por eso, no me queda más que imaginar que Walsh esta vivo en muchos de nosotros, como encendiendo una esperanza en medio de ese cataclismo que nos circunda a menudo cuando se nos impide decir las verdades que corresponden mostrar.
Habrá que allanar el camino correcto para llegar a esa verdad utópica que a veces duele pero que es la única verdad que nos hará sentir libres, de los prejuicios y de las injusticias que siempre se cometen en este triste y bendito país.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Omar. Un gusto encontrarte por blogger. Me gustó mucho lo que escribiste, lei Operacion Masacre, y sentí estar en la piel de este genuino periodista, y aún lo siento cada vez que la verdad de un hecho no sale a la luz. Basta de callarnos. Cuando me reciba espero hacer al menos un poco de lo que el quería.

Omar dijo...

Gracias Anabelle por tus comentarios, de seguro que sera algo dificil combatir "a lo Walsh" hoy y siempre, pero ojalá que de nosotors siempre surja esa posibilidad de decir la verdad caiga quien caiga. Ya voy a estar viendo tu blog. Besos

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