23/10/08

Recordando a Jacinto Piedra



Se cumplen 17 años de la desaparición física de Jacinto Piedra.


Jacinto Piedra músico y poeta santiagueño, era un simple tipo como cualquier otro, buscando una vida diferente como todos nosotros frente a las dificultades propias de una sistema que utiliza la creaciones de los artistas y sus imágenes para convertirlas después en productos vendibles, mas allá de su condición artística.

Aunque para muchos siga siendo una leyenda, desde otra visión yo prefiero recordarlo como alguien que se adelantó a su tiempo, desde su voz, desde el color de sus melodías y desde su poesía tan testimonial para la música folclórica.
Para algunos seguirá siendo eso, un idealista que despertó esperanzas a una juventud defraudada por su sociedad, que filosofó la condición humana con la “Chacarera del amor”, como una forma de reivindicar el valor de nuestras propias libertades. Para eso el amigo Tucho Ruffa podría resumirlo mejor: “él era tal cual lo que escribía, quería que los hombres fueran reales porque nadie es heredero de nadie”.

Su canción fue valiente. Renegó del poder pero tuvo que aliarse al poder mismo y apoyar una candidatura política para poder conseguir movilizar el arte santiagueño. La suerte no lo acompañó. En la madrugada del 25 de Octubre de 1991 un fatal accidente automovilístico en el Paraje San Carlos de la ciudad de La Banda puso fin a la vida del trovador santiagueño.
Ya lo dijo Nietzsche: “Poeta no es el que escribe, es el que se atreve a confesarse y mantener una actitud poética ante la vida”. Evidentemente Jacinto supo defender esa idea tan sustancial para la vida de un artista que quiso más y llegó hasta donde pudo. Un “guerrero incansable” que sirvió a un ideal de vida desde su misión con el canto sentido...“floreciendo en rebeliones y asumiendo conciencia”.

19/10/08

Y cerró nomás el Café Literario de Vizoso




Y que pena nomás me dio al enterarme del cierre del Café literario de Marcos Vizoso. Y pensar que me dolía que el lugar no fuera más amplio.
Allí presencié los conciertos "Sones del alma" con Pablo Mema, Horacio Lavaisse y Paulo Luiz Cohutinho, entreteniéndome de hermosas y cortas charlas con varios amigos, disfrutando de buena música, del cine alternativo, de los círculos de debate organizados por la Revista el Punto y la Coma (foto), de los exquisitos conciertos de jazz inolvidables y otras tantas cosas que le dieron brillo a noches armoniosas cargadas de deleite.
Me había gustado la iniciativa, que pena que haya permanecido tan poco tiempo. Ojala pronto tengamos la posibilidad de contar con un espacio cultural similar, donde se de lugar a todas las expresiones artísticas y por sobre todas las cosas que las presiones económicas no terminen empañando estos pequeños rincones de la cultura, como ya pasó también con el bar “Los Cabezones”.
Agradezco el esfuerzo del creador del espacio, por su desinterés y a todos los artistas que eligieron al café como un lugar de encuentro.
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