12/12/08

A propósito de la visita de Nebbia


En la foto Litto Nebbia y su mujer, yo con mis inquietudes y a 20 metros de nosotros Luis Ventura dando una cátedra de ética periodística.

La verdad es que me “empelota en el alma” -como diría mi amigo Cacho- con que soltura algunos músicos folcloristas que andan tocando en las peñas de hoy anden diciendo que “Santiago pasa por su mejor etapa musical”.
Claro, los niños ahora tienen disponible las 24 horas del día para que su música nos empelote sin parar hasta el hartazgo, aunque claro que también una gran responsabilidad la tienen los medios, pero bueno, en definitiva quien no se cansa de esa musiquita del celular, que después encima suena en la radio, y que forme parte del ranking en la tele y etc, etc. A mi la verdad que todo eso a lo que se presta el mercado de la música me tiene cansado.

El tema lo comento con indignación porque ayer tuve la estupenda suerte de entrevistar a un gran referente de la música argentina como lo es Litto Nebbia, quien se llegó hasta nuestra provincia esperanzado en encontrar esa música de raíz, tan originaria de esta tierra como lo es la chacarera
en Santiago, por poner un ejemplo, entre los numeroso ritmos y danzas que componen la música tradicional.

Que suerte que un artista de su talla –quien además es empresario de una productora de música- continué en la búsqueda de ese mundo desconocido de la historia santiagueña y que tanta riqueza nos ha dejado como madre de una nación. Todavía hay gente que conserva con orgullo lo mas preciable de su patrimonio que es la música folclórica, a pesar de que muchos la toman para la joda.
En Santiago existe un insondable mundo melódico y poético donde convergen creaciones de artistas que desconocemos, porque ignoramos lo que tenemos y lo que nos pertenece como parte integra de nuestra cultura.
En el caso de Nebbia hay una valiosa intención de recoger fuentes musicales de primer orden, esa que dejó Chazarreta, Los Hermanos Simón, entre otros artistas. No hay para nada un fin de producir para obtener importantes ganancias, porque como sabemos, la alta cultura musical no es redituable para las empresas discográficas.

Lamentablemente, para algunos la música dejó de funcionar como arte porque es más probable que el artista de hoy se cague de hambre al decir boludeces con hondura filosófica y lírica. Ya son pocos lo que quedan y se animan a profundizar la poética de los grandes y a nutrirse de su sapiencia para componer una simple chacarera, pero con fundamento, como diría el “gordo” Ábalos.
Como será la pobreza intelectual que habita en tantos músicos que ahora se fuman un caño para ver si se inspiran. Allí está la industria del entretenimiento para cedernos un espacio de relajación y distracción eterna dentro y fuera del hogar, alejada de los ruidos de los pensadores.

Que bueno que una empresa manejada por un músico como Litto Nebbia se llegue hasta esta tierra para darle manija a tanto material musical que anda perdido en los baúles del tiempo, sin sonar en las estúpidas radios de “24 horas de puro folclore”.
Espero que alguien, después, se digne en recalcar estos interesantes proyectos. Santiagueños, desempolven sus memorias o aprendan a abrirse un poco más la cabeza, porque la música también es cultura y dejemos la chatura del ranking folclórico para otro momento.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
La Dueña dijo...

Interesante punto de vista y muy respetable por cierto.
Saludos

pd: el pie de la foto es mortal

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